Parece ser que ha llegado el momento de dar libertad y movimiento a nuestras cabezas.
Se imponen los cabellos con cierta longitud, permitiendo de esta forma jugar un poco con las formas creando diferentes efectos.
Ante todo, lo primordial es huir de todo lo estático, buscar la naturalidad.
Lejos quedan ya los rígidos peinados de otras temporadas, con estridentes colores, marcando diferencias entre unas longitudes y otras.
¿Qué colores de tendencia encontramos?
La tendencia nos lleva a colores más sobrios. Los marrones y negros son los reyes de las pasarelas.
El pelo es una continuidad de nuestra forma de vestir y por ello debe ir en concordancia.
Esta temporada arrasan las formas rectas, melenas con un corte perfecto, y muy depurado.
El volumen, escaso, natural y muy plano sobre el cráneo.
El cabello flota libremente para volver a caer justo en su sitio.
Los flequillos grandes son los protagonistas, muy tupidos, sobre la ceja.
Incluso aquellas personas que tengan el cabello rizado, optan por tendencias más definidas.
Las nucas preferentemente desnudas, cuellos despejados, muy elegantes y favorecedores.
¿Dónde aplicamos esta moda?
Esto se aplica tanto a cabellos cortos, melenas cortas y largas melenas, las cuales se recogerán para ocasiones especiales, en coletas ligeramente elevadas para dar relevancia a la nuca, muy sexy.
Atrás quedaron ya las rayas en zig-zag, ahora se imponen las rayas largas, amplias y muy definidas.
Se lleva el look retro de los años cuarenta, con todo su glamour, grandes rizos y suaves ondulaciones que aportan sensualidad al rostro.
No cabe duda que estas tendencias son de lo más femeninas.
¿Qué detalles podemos utilizar?
Los complementos son indispensables para nuestro cabello, así como grandes aliados serán los pañuelos sobre la cabeza, las diademas gruesas o finas, horquillas, sobre todo de strass y para las más atrevidas, sombreros en todas sus versiones.
Todo vale siempre y cuando el resultado sea armonioso y favorecedor.
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